
Me quedé un poco aturdida, ya que nunca me había planteado que la era interactiva implicara interactividad hasta el punto de anular el libre albedrío. Entiendo que la gente quiera participar, y entiendo que cada vez se busque más la participación de la gente. Lo que no entiendo es que ahora se juegue ya hasta con el futuro de las personas y su voluntad. Es cierto que con los reality shows esto ya había empezado a hacerse, pero siempre conservando el libre albedrío de cada uno y sin obligar a nadie a tomar una decisión según lo que diga el público.
Ante la nueva propuesta de El Diario de Patricia, el medio ya no es un libro de "Elige tu propia avantura" ni una serie por Internet donde el cibernauta elige el final, sino que las propias personas se convierten en el medio de entretenimiento explotado para conseguir audiencia. Por lo tanto, creo que desde un punto de vista ético y moral debería revisarse hacia dónde está evolucionando la interactividad, y sobre todo plantearse sus límites. Sino, dentro de poco enviaremos mensajes para votar como queremos que muera un condenado a muerte.
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