sábado, 22 de noviembre de 2008

Cuatro errores comunes del E-mail Marketing

El E-mail marketing está introduciéndose cada vez más en cualquier tipo de campaña de comunicación. En un mundo tan competitivo y lleno de ofertas, hablar directamente al consumidor se convierte en un elemento clave a la hora de darse a conocer o captar nuevos adeptos a un producto o servicio. Teniendo en cuenta que Internet ocupa un lugar cada vez mayor en la vida de las personas y que se está consolidando como el medio de comunicación que más horas se consume a nivel mundial, el E-mail es claramente la mejor forma de dirigirse al consumidor de forma directa.

Sin embargo, muchas malas costumbres en el sector han hecho que este tipo de marketing sea percibido como algo molesto, intrusivo y cansino. Por ello, mucha gente directamente borra todos los mensajes con contenidos publicitarios, independientemente de que sean spam o no.

Lo que está claro es que sin la aceptación de la gente, el E-mail marketing no tiene sentido. Existen ciertos errores que suelen cometerse en las campañas de mailing y que contribuyen a que estos mensajes sean directamente enviados a la papelera. Si se pusiera más énfasis en los siguientes puntos, tal vez las campañas de E-mail marketing irían ganándose poco a poco un lugar en la confianza de la gente. Ahí van esos fallos:

1- Violación del permiso: El permiso obtenido para enviar un mail publicitario es lo único que diferencia a éste del spam. Antes de enviar E-mails comerciales, debemos obtener el permiso de los receptores, ya que ellos deben ser los que autorizan recibir este tipo de informaciones. Así, en el momento en que las reciban, sabrán que ellos las han solicitado y que no se trata de "intrusos de su intimidad". Además, deberemos dejar claro cómo pueden darse de baja en cualquier momento que lo deseen, para dejar de recibir nuestras informaciones.

2- No identificarse: Debemos decir siempre en el remitente el nombre oficial y completo de la compañía, no el de la persona que lo envía, ya sea un simple secretario o el director general de una empresa. El receptor debe saber qué entidad se intenta poner en contacto con él. Además, en el título del E-mail debe constar el contenido CONCRETO de lo que se encuentra dentro de él, ya que los mails genéricos con títulos como "Noticias de viajes" pasan mucho más desapercibidos que los que tienen descripciones más detalladas como "Oferta: Madrid - Singapur por 250Euros". Es importante buscar un título que sea relevante para el target que va a recibir el E-mail.

3- No medir los resultados: Un E-mail de una campaña de E-marketing debe estar subordinado a unos objetivos de comunicación, y por lo tanto, éstos deben poder ser medidos. Será importante hacer un llamamiento a la acción, ya sea acceder a un link, visitar una página o responder a un cuestionario. Sea como sea, tenemos que tener un objetivo claro de lo que queremos que haga el receptor, y a partir de ahí medir los resultados.

4- Sobrecarga de ideas: Muchos E-mails comerciales cometen el pecado de la sobrecarga de ideas. Esto sólo consigue que el receptor se agobie, no sepa bien qué mirar y qué no, y que termine finalmente por cerrar o borrar el E-mail. No debemos abordar más de una idea clave en cada E-mail. Es preferible hacer varias campañas distintas si tenemos unas cuantas ideas a comunicar, que enviarlas todas en el mismo mail. Los E-mails comerciales tienen que ofrecer informaciones que se refieran a lo que se expresa en su título, y ya está. De esta manera, si el receptor decide abrir el E-mail porque le interesa y encuentra los contenidos que espera y nada más, la comunicación se producirá satisfactoriamente, ambas partes ganarán y el correo no será visto como una molestia sino como un medio de información útil.

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